martes, 27 de mayo de 2014

INacción Política.

La situación interna del Instituto Nacional es deplorable. Sin más ni menos palabras. El génesis de tal crisis puede ser variado, desde culpabilidad interna dentro de toda la comunidad, hasta externa por parte de los entes administrativos de la municipalidad y económico por parte del mismo Estado. Sea cual sea la razón por el declive del razonamiento del "más emblemático de los emblemáticos" lo cierto es que no se puede seguir de esta manera.

Hace unas semanas realicé junto a unas compañeras una breve investigación universitaria sobre la situación administrativa del Instituto Nacional, ¿La conclusión general? Existen evidentes problemáticas, de todo tipo e índole, pero no había nada más allá del diagnóstico, más allá de consignas, más allá de gritos.

Lo anterior se ve reflejado con claridad en la última toma del establecimiento, que a pesar de tener un origen democrático, tiene un pobre y dudoso respaldo de sus bases en lo activo y las muestras claras de que es una movilización sin mayor sentido que el que sus pseudo líderes quieren dar, es en por ejemplo, una entrevista otorgada por un muchacho de primero medio que poco y nada sabía de lo que estaba declarando, sin embargo más allá del actuar de este joven ¿vocero? lo criticable es quienes lo dejaron emitir esas palabras que provocaron un juicio posterior desorbitado dentro de la comunidad institutana (Porque claro, es cierto, una vocería no es un juego), pero como decía, la culpa no es de él si no de quienes permiten que ocurran tales hechos, esto, es sólo un botón de muestra de la conclusión de este punto: La dirigencia es deficiente.

Hace unos días salieron a la luz fotos (no sé si verídicas o no) de conversaciones entre el Presidente del Centro de alumnos (¿Ex? PS) y el Coordinador de 4tos medios (PC), rivales en las elecciones internas pero que sin embargo se unían con un hermoso fin en común, antes de iniciar la toma, durante las jornadas reflexivas, deseaban lograr guiar la discusión en base a los planteamientos de la Nueva Mayoría para que el pensamiento de los muchachos más "reaccionarios" no afectara con firmeza la reforma educacional. Sin palabras.

Por último y la gota que me hizo escribir esta catarsis más que columna, fue el incendio que se produjo hace apenas unas horas en el Instituto Nacional. Quienes fuimos alumnos sabemos perfectamente el funcionamiento de ésta y sin querer hacer un juicio apresurado, se saben perfectamente las costumbres para capear el frío que cada uno pueda concluir (prefiero mil veces pensar ello, a que fue un acto intencionado). De cualquier forma ¡Qué situación más simbólica! El bastión de la educación se quema, se quema profundamente y no sólo por el fuego, si no por la falta de ideas, últimamente a los institutanos les gusta mucho más gritar en vez de idear, gran error.

Tremenda lástima me causa pensar que en el lugar en donde pasé 6 años discutiendo sobre temáticas educacionales, cuna de documentos grandiosos sobre elementos de movilización, mesa de capacidades argumentativas clave en la conducción del movimiento estudiantil desde el 2006, ahora prefiera dar pie a un movimiento que poco y nada tiene de sustento, el cual recién hace unos días se comenzó a levantar dentro de la misma toma. Mi pregunta: ¿De cuándo que la toma se convirtió en un fin en sí mismo? Si los medios para discutir y reflexionar estaban, no queda mucho más que agregar.

Estimados lectores, la conducción de una movilización debe hacerse en base a la razón y no la pasión, Aristóteles decía que quienes no  eran capaces de controlar esta última, eran unos idiotas. Muchachos, jóvenes estudiantes del "primer foco", no se caigan, jamás se han caído ante las críticas adversas de quienes se les enfrentan, siempre han sabido luchar con justicia y dignidad por lo que encuentran loable, sin embargo antes de cada manifestación, lo mínimo, es saber por qué se está luchando, si no, todas y cada una de sus acciones se verán como antojadizas y caprichosas, dudo que sus legítimas demandas sean un capricho, dudo que la selección y su honesta crítica a la reforma educacional sea un juego, pero lamentablemente todos sus últimos actos así lo hacen parecer, nada más que un juego de niños.

sábado, 17 de mayo de 2014

Catarsis sobre el Movimiento Estudiantil (24/06/2013)

Durante estos años he visto cómo cientos y miles de estudiantes a lo largo de todo Chile se han sacado la mugre para levantar un proyecto, un movimiento acorde a las necesidades que se tienen respecto la Educación, acordes a todas esas falencias que día a día viven millones de los estudiantes inmersos en una educación pública paupérrima, una educación particular subvencionada que segrega y una educación particular pagada que te encierra en una burbuja.
Pero mis palabras de indignación hoy no van hacia ese gobierno que no escucha ni tampoco a todos quienes humildemente aportan con su grano de arena en la construcción de un nuevo proyecto educativo, si no que más bien van contra todos quienes atentan en contra de este objetivo en sí mismo y que se esconden bajo las caretas de querer "formar la revolución" o más repudiable aún en vocerías de asambleas que poco y nada representan al estudiantado promedio.
¿Se quieren soluciones? Por supuesto! Yo también las quiero y por lo mismo debemos aportar en ello, siempre he sido amigo de levantar propuestas educativas para aportar al debate en sí mismo, para que nos nos traten de "flojos que no quieren clases" y para que el gobierno (sea cual sea la tendencia) se den cuenta que los estudiantes pensamos, pero no. Más allá de uno que otro documento la estrategia se ha convertido lisa y llanamente en gritar, GRITAR! Por supuesto, es más fácil, es más liberador, no lo niego, pero ahí es donde nos caemos queridos compañeros (no con tinte PC, si no compañeros estudiantes), porque nos hemos convertido en simios que no hacen más que gritar por lo que quieren, hay un descontento generalizado, pero por favor, SEAMOS MÁS INTELIGENTES QUE ELLOS.

Lo peor de todo esto (y quiero recalcarlo) son los pseudo-líderes que utilizan todo este asunto como una plataforma para "llegar a la revolución" en donde juran que al tener 30 colegios tomados el gobierno caerá a sus pies y lograrán por la vía que sea imponer un sistema obsoleto de gobierno asambleísta, lo peor es que los muchachos les creen, les compran su barato discurso de que nadie nos manda, les compran su barato discurso de que tenemos poder y que acá nosotros decidimos... Pero acá estamos! No seamos tontos útiles les pido, no seamos como el resto y dense cuenta que por algo estos "pseudo-líderes" levantan a los colegios y los incitan a irse a toma por demandas internas porque de una u otra forma deben mantener encendida esa llama de "revolución" (con hartas comillas).

Ojo, no estoy en contra de las legítimas demandas que pueda tener cada establecimiento, pero no sería más lógico levantar discusión con los candidatos presidenciales (sea quien sea) respecto lo que queremos en Educación?, no sería más lógico que levantáramos documentos potentes para demostrarles que somos más educados que ellos que tienen doctorados en Harvard pero que aún así no son capaces de imponer un sistema educativo decente?

No seamos tontos útiles, es lo único que pido...
Aún tengo grabada una hermosa frase que no me molesta hoy en día liberar, de cuando estuvimos a un paso de lograr varias de las grandes demandas de los Secundarios el 2012, pero no... Los muchachos de la ACES no querían una mesa de trabajo ni dialogar porque "Queremos seguir hasta el final, hasta llegar a la revolución". Vayan a mirar a los ojos entonces a la niña de San Ramón que recuerdo perfectamente cuando me dijo que no tenía $400 para pagar su pase escolar y tenía que irse caminando de su casa al colegio estando embarazada. Vayan a decirle a los ojos que quieren jugar a la revolución a todos esos muchachos que están enfrascados con una mochila de 15 millones sólo por querer ser alguien en la vida. Eso es jugar con los sueños de la gente y ustedes queridos "LÍDERES" están haciendo exactamente lo mismo que el gobierno, pero de una forma peor, porque en su caso, los muchachos creen en ustedes, por lo mismo y sin una pizca de resentimiento, les digo, me dan asco.

Carta al Director "Caso Beyer" (25/03/2013)

Señor Director:
Durante los últimos días hemos visto como distintos sectores político-sociales han levantado legal y mediáticamente una acusación constitucional en contra del actual Ministro de Educación Harald Beyer. Analizando el contexto (Elecciones 2013) y los argumentos presentados por los parlamentarios quienes presentan el libelo, podemos llegar a tener serias dudas respecto el real interés en el uso de este recurso fiscalizador, pasando de una manera de “hacer justicia” hasta la politiquería en su máxima expresión.
Si bien no es intención defender al Ministro Beyer puesto que se puede reconocer su falta de acción en ciertos temas, como por ejemplo lo sucedido con el informe del lucro que presentó la Cámara de Diputados el año pasado, sí se puede decir que a pesar de que Beyer no es el “héroe” de la educación ni mucho menos quien “más ha hecho”, tampoco es quien menos se ha intentado esforzar en poner en práctica ciertos cambios que han provenido –hay que decirlo- desde el mundo estudiantil.
No podemos acusar al Ministro Beyer de ser “sordo y ciego” si nosotros mismos estamos siéndolo al lapidarlo a él casi como el único culpable de lo sucedido en materia educacional. Ministros de la Concertación y los otros dos Ministros de Educación que tuvo este gobierno también fueron parte del problema y no muchas veces de la solución y no sólo eso, si no que el Ejecutivo y el Parlamento en su conjunto fueron quienes realmente no pudieron ser capaces de levantar las fiscalizaciones, los proyectos de ley y las regulaciones necesarias como para poder cambiar o al menos mejorar la alicaída educación chilena.
No solucionan el problema de fondo, no se presentan proyectos de ley acordes a las peticiones del mundo estudiantil, frenan  y sacrifican a Beyer para acallar al mundo estudiantil (para hacer creer que algo se está haciendo) y mucho más grave, se aplauden tales prácticas. Ciudadanía, mucho ojo.